Ciudad de México / Tokio — En un gesto de profunda solidaridad internacional, el gobierno de Japón anunció el envío de asistencia humanitaria de emergencia a México, en respuesta a las inundaciones catastróficas que afectaron a los estados de Veracruz, Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí y Querétaro, dejando un saldo de 76 personas fallecidas, 39 desaparecidas y más de 100 mil viviendas dañadas o destruidas.

La ayuda fue canalizada a través de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), en coordinación con el gobierno mexicano, y consiste en artículos de higiene, insumos básicos y recursos esenciales para atender a las comunidades más afectadas. La decisión fue tomada tras una solicitud formal del Gobierno de México, y se fundamenta en la perspectiva humanitaria y en las estrechas relaciones amistosas que unen a ambas naciones.

El embajador de Japón en México, Kozo Honsei, expresó públicamente su pesar por las víctimas y su deseo de pronta recuperación para los damnificados. “México y Japón, amigos en la adversidad”, escribió en sus redes sociales, reafirmando el compromiso de su país con la cooperación internacional en momentos de emergencia.

Además del respaldo logístico, el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Takeshi Iwaya, envió un mensaje de solidaridad al canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente, manifestando su “gran tristeza al escuchar la noticia de que se han perdido muchas vidas preciosas debido a las inundaciones”.

La ayuda japonesa llega en un momento crítico, en el que el gobierno mexicano ha activado un plan de emergencia que incluye la entrega de apoyos económicos directos a las familias afectadas, con un presupuesto inicial de 10 mil millones de pesos, en sustitución del extinto Fonden. Los damnificados recibirán 20 mil pesos como primer apoyo, con montos adicionales según el nivel de daño a sus viviendas.

Este acto de cooperación internacional no solo representa un alivio inmediato para miles de familias mexicanas, sino que también reafirma el papel de Japón como aliado estratégico en momentos de crisis, fortaleciendo los lazos diplomáticos y humanitarios entre ambas naciones.