Después de más de 40 días de parálisis gubernamental, el Senado de Estados Unidos dio un paso decisivo para terminar con el cierre parcial de operaciones federales que ha afectado gravemente la vida cotidiana en el país. Miles de vuelos cancelados, retrasos en aeropuertos y decenas de miles de empleados públicos sin recibir salario son parte del impacto que ha dejado este prolongado “shutdown”.

De acuerdo con reportes de medios locales, legisladores de ambos partidos alcanzaron un consenso que permitiría reabrir el Gobierno de manera temporal. Según CNN, la Cámara Alta aprobó con 60 votos a favor y 40 en contra una medida clave que financia las operaciones federales hasta el 30 de enero, reincorpora a los empleados despedidos y restablece el programa de asistencia alimentaria SNAP hasta el año fiscal 2026.

El acuerdo fue posible gracias a la negociación entre ocho senadores demócratas centristas, líderes republicanos y la Casa Blanca. Como parte del pacto, se acordó una futura votación sobre la ampliación de las subvenciones mejoradas de la Ley de Asistencia Asequible, una demanda clave para el bloque demócrata.

“Parece que estamos muy cerca del fin del cierre”, declaró el presidente Donald Trump desde su residencia en Florida, aunque advirtió que aún faltan pasos legislativos antes de que el Gobierno pueda reabrir completamente. El cierre, uno de los más largos en la historia del país, ha generado presión política y económica, afectando desde el transporte aéreo hasta programas sociales esenciales.

Este movimiento marca un respiro para miles de familias que dependen de los servicios federales y para los trabajadores que han enfrentado semanas sin ingresos. Sin embargo, el debate sobre el financiamiento y las prioridades legislativas promete continuar en las próximas semanas, en medio de un clima político polarizado.