Ciudad de México, 13 de noviembre de 2025.– El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció la puesta en marcha de la Operación Lanza del Sur (Southern Spear), una ofensiva militar liderada por el Comando Sur y la Fuerza de Tarea Conjunta, con el objetivo de expulsar a los llamados “narcoterroristas” del hemisferio occidental y frenar el flujo de drogas hacia territorio estadounidense. “El hemisferio occidental es la vecindad de Estados Unidos, y la protegeremos”, escribió Hegseth en su cuenta oficial de X, subrayando que la misión busca defender la patria y eliminar las organizaciones criminales transnacionales que, según Washington, amenazan la seguridad nacional.

El anuncio se produce en el marco de un despliegue militar sin precedentes en el Caribe, que incluye el arribo del portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford, el más grande y avanzado del mundo, acompañado por destructores, submarinos y aeronaves tácticas. Con más de 4,000 marineros y decenas de cazas F-35 y F-18 a bordo, el grupo de ataque refuerza la capacidad de Estados Unidos para proyectar poder y ejecutar operaciones sostenidas en el mar. El Pentágono afirmó que esta presencia permitirá “detectar, monitorear e interrumpir actividades ilícitas que comprometen la seguridad y la prosperidad del hemisferio”.

La operación, ordenada por el presidente Donald Trump, se enmarca en una estrategia de seguridad hemisférica que busca frenar el narcotráfico y neutralizar redes criminales vinculadas a gobiernos como el de Venezuela, señalado por Washington de liderar el llamado “Cártel de los Soles”. En los últimos dos meses, fuerzas estadounidenses han realizado al menos 19 ataques contra embarcaciones sospechosas en el Caribe y el Pacífico, con un saldo de más de 70 muertos, lo que ha generado críticas de organismos internacionales y advertencias de gobiernos latinoamericanos sobre el riesgo de una escalada militar en la región.

Analistas consideran que el despliegue del Gerald Ford no solo tiene un objetivo operativo, sino también un mensaje geopolítico: reafirmar la influencia de Estados Unidos en el Caribe frente a la creciente presencia de actores extra hemisféricos como Rusia, China e Irán, y presionar políticamente a Caracas en medio de tensiones diplomáticas. El Comando Sur ha señalado que la misión también contempla el uso de sistemas robóticos y aeronaves no tripuladas para reforzar la vigilancia marítima y las operaciones antinarcóticos en la región.