La propuesta del Gobierno del Estado para aumentar en un 33 por ciento el Impuesto sobre Nómina, pasando del 3 al 4 por ciento, es más que una medida fiscal: es un ataque frontal al empleo formal y a la estabilidad económica de Nuevo León. Así lo advirtió el senador Waldo Fernández, quien calificó esta iniciativa como irresponsable y perjudicial para trabajadores y empresas.

“Nuevo León ya tiene uno de los impuestos sobre nómina más altos del país, y pretender incrementarlo es condenar a las empresas a mayores cargas y a los trabajadores a menores ingresos”, sentenció. El legislador subrayó que este aumento impactará directamente en los salarios y pondrá en riesgo la competitividad del estado frente a otras entidades y mercados internacionales.

Fernández hizo un llamado al Congreso local para reflexionar y frenar esta propuesta que, dijo, no resuelve la crisis financiera del gobierno estatal, sino que traslada el costo a quienes sostienen la economía: empresarios y trabajadores. “Castigar al trabajador nuevoleonés no es la respuesta ante la irresponsabilidad financiera de esta administración”, afirmó.

El senador concluyó con un rechazo tajante: “Esta medida no sólo golpea a las empresas y a las familias, también erosiona la confianza en un gobierno que debería incentivar la inversión y el empleo, no asfixiarlos con impuestos desmedidos”.