Las protestas que hoy paralizan aduanas y carreteras en distintas regiones del país no son un hecho aislado ni un capricho. Son el resultado de años de abandono, de políticas erráticas y de la indiferencia del Gobierno Federal hacia el campo mexicano y quienes lo sostienen. Productores y transportistas han llegado al límite, y su movilización es un llamado urgente que exhibe la incapacidad del Ejecutivo para atender problemas que llevan años pudriéndose bajo la alfombra.
El senador del PAN por Chihuahua, Mario Vázquez, respaldó estas manifestaciones y señaló con claridad lo que muchos ya saben: el campo está olvidado, las carreteras son territorio de la delincuencia y las leyes que se pretenden imponer, como las reformas a la Ley de Aguas, son desproporcionadas y ajenas a la realidad de quienes producen los alimentos que llegan a nuestras mesas. “Estas condiciones han generado una inconformidad legítima entre productores, transportistas y otros sectores afectados”, advirtió.
Mientras los ciudadanos exigen soluciones, el Gobierno Federal permanece sordo, atrapado en discursos triunfalistas que contrastan con la violencia que sufren los transportistas en las carreteras federales, donde los robos son cotidianos y las muertes, una tragedia que ya no sorprende. ¿Dónde está la autoridad que presume seguridad? ¿Dónde están las políticas que prometieron rescatar el campo? La respuesta es clara: en el abandono.
Vázquez urgió a restablecer las vías de comunicación y a enfrentar la inseguridad con acciones reales, no con simulaciones. Respaldó las exigencias de los manifestantes y llamó al Ejecutivo a abrir un diálogo inmediato, porque la paciencia del sector agropecuario se agotó. Hoy, la protesta es la única voz que parece escucharse en un país donde el gobierno ha decidido mirar hacia otro lado.
El campo no puede esperar más. Cada día sin soluciones es un golpe a la economía, a la seguridad alimentaria y a la dignidad de quienes trabajan la tierra. Las manifestaciones son el reflejo de un país que exige justicia y que no tolerará seguir siendo ignorado.

