El coordinador del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira Valdez, lanzó un pronunciamiento severo contra el gobierno federal tras las declaraciones de la Secretaría de Gobernación y la indiferencia frente a la violencia que golpea a transportistas y productores, así como ante la iniciativa de Ley de Aguas que se pretende aprobar.

“Hoy México escucha dos campanadas que no pueden ignorarse: la de los transportistas que exigen rutas seguras y la de los productores que defienden su derecho al agua. No son protestas aisladas, son alertas del país real que sostiene nuestra vida cotidiana”, advirtió Moreira, al señalar que lo que está en juego no es un sector, sino la vida productiva del país.

El líder priista acusó al gobierno de carecer de estrategia y visión integral: “Las carreteras necesitan seguridad real, no discursos. El agua necesita gestión inteligente, no imposiciones”. Reiteró que los reclamos de transportistas y productores son causas nacionales y exigió respuestas inmediatas: “No queremos un México donde transportar sea un riesgo y producir sea una apuesta”.

Moreira anunció que el PRI propondrá una Política Nacional de Seguridad Productiva, que garantice vigilancia en carreteras, protección en cadenas alimentarias y gestión justa del agua: “Sin seguridad logística ni agua justa, ninguna economía puede sostenerse”. Subrayó que la protección del trabajo y de los territorios productivos debe ser prioridad nacional al mismo nivel que la estabilidad financiera.

El pronunciamiento también respaldó al diputado Luis Gerardo Sánchez Sánchez, quien se ha sumado a las protestas: “Nuestro compromiso es defender a los transportistas que no se rinden, a los productores que no se doblan y a las comunidades que no abandonan su tierra. Sin ellos, este país no funciona”, sentenció Moreira.

El mensaje es claro: el PRI acusa al gobierno de indiferencia criminal frente a la inseguridad y de pretender imponer una legislación hídrica que amenaza la vida rural. “El futuro de México no se escribe desde el escritorio: se escribe en la carretera, en la milpa y en cada comunidad que exige respeto”, concluyó.