Francisco Garfias

La polarización y la falta de diálogo pueden llevar a la ruptura del orden y a la violencia física dentro de los recintos legislativos. Es lo que ocurrió ayer en el Congreso de la CDMX.

Diputadas de Morena y del PAN se desgreñaron, se golpearon, se dieron de codazos durante el debate sobre la desaparición de Instituto de Transparencia y Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. 

La campana en el ring de Donceles sonó cuando la panista Daniela Álvarez, presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, acusó a Morena de incumplir los acuerdos que apuntaban hacia un órgano colegiado para suplir al InfoCDMX.

Los morenos y sus aliados del oficialismo quieren un órgano con una persona al frente que dependa de la Contraloría. Es decir, tener bajo control el órgano de transparencia.

De acuerdo a imágenes que se hicieron virales, la morenista Yuriri Ayala pasó de la palabra a la acción. Le dio un golpe en la cabeza a la diputada Álvarez.

La panista no se dejó. Reviró jalándole el pelo a su agresora. Otra panista, Claudia Pérez, también jaló del cabello a la morenista.

Fue hasta entonces que el réferi Jesús Sesma, hasta entonces con una risita nerviosa, trató de intervenir para separarlas, en su calidad de presidente de la mesa. No pudo. Declaró un receso por falta de condiciones para sesionar.

Se consideró trasladar los trabajos a una sede alterna (como el salón Benito Juárez, en el edificio Zócalo) para reanudar la discusión del dictamen y el Paquete Económico 2026. El PAN se retiró del salón tras intervenciones.

Hay reportes de que la diputada Claudia Pérez resultó lesionada. Le pusieron un collarín en los servicios médicos del recinto. No hubo más heridos.

El incidente ha sido ampliamente difundido en videos y condenado como un espectáculo bochornoso.

* El presidente Trump va con todo en su guerra contra el narco. Firmó ayer una orden ejecutiva que declara el fentanilo como “Arma de Destrucción Masiva”, según un comunicado de la Casa Blanca.

El comunicado dice que la orden ejecutiva instruye a la fiscal Pam Bondi para que aumente y modifique sentencias en los casos de tráfico de fentanilo.

También ordena al secretario de Estado, Marco Rubio, y al secretario del Tesoro, Scott Bessent, a que emprendan acciones apropiadas contra activos e instituciones financieras relevantes para involucrados que apoyan la fabricación, distribución y venta de fentanilo y sus principales precursores químicos.

“Ordena al secretario de Guerra y a la fiscal general determinar si el Departamento de Guerra debe proporcionar recursos de seguridad nacional al Departamento de Justicia, según sea necesario, durante una situación de emergencia que involucre un arma de destrucción masiva”, agrega el comunicado. 

También les ordena actualizar sus directivas relacionadas con la respuesta a incidentes químicos para incluir la amenaza del fentanilo. Pide a la secretaria de Seguridad que utilice inteligencia sobre amenazas relacionadas con armas de destrucción masiva. 

El fentanilo es la principal causa de muerte de estadunidenses entre 18 y 45 años, sintetiza la Casa Blanca.    

“Ninguna bomba causa el daño que esto está haciendo: entre 200,000 y 300,000 personas mueren cada año, que sepamos”, aseguró el presidente de Estados Unidos durante un evento en la Oficina Oval.

* El triunfo del pinochetista José Antonio Kast confirma el viraje hacia la derecha o extrema derecha en países de América Latina.

 Argentina, con Javier Milei; El Salvador, con Nayib Bukele, y ahora Chile, con el mencionado José Antonio Kast, están catalogados como de extrema derecha.

A la derecha o centro derecha están los regímenes de Bolivia, con Rodrigo Paz; Costa Rica, con Rodrigo Chávez; República Dominicana, con Luis Abinader; y Ecuador, con Daniel Noboa.

Pero también Panamá, con José Raúl Muliño; Paraguay, con Santiago Peña; Perú, con José Jeri.

Muy pronto Honduras se sumará con alguno de los dos candidatos que se disputan el triunfo en las pasadas elecciones presidenciales de ese país: Nasry Asfura o Salvador Nasralla.

“Yo no creo que esto se pueda dar en México”, dijo la presidenta Sheinbaum.

Y dio tres argumentos para defender su pronóstico:

Uno: hay mucho apoyo popular al gobierno; porque estamos cumpliendo y no hemos traicionado con lo que nos comprometidos.

Dos: hay resultados. La disminución de la pobreza, de las desigualdades.

Tres: hay unidad en el Movimiento Regeneración Nacional.

Aunque dijo: “Es un momento de reflexión para los movimientos progresistas en América Latina de por qué se dan estas circunstancias”.

Publicado en excelsior