Senado de la República, 23 de diciembre de 2025.— Morena cerró el periodo ordinario en el Senado con una agenda que, según la senadora Paloma Sánchez Ramos (PRI), profundiza el debilitamiento de los contrapesos, erosiona la democracia y concentra el poder en manos del gobierno federal. “Morena no construye justicia ni paz, destruye la democracia y normaliza el abuso de poder”, sentenció la legisladora, al enumerar reformas que calificó como regresivas y autoritarias.

Entre las decisiones más polémicas, Sánchez destacó la reforma a la Ley de Amparo, que despoja a las y los ciudadanos de una de las principales herramientas para defenderse frente a abusos gubernamentales. “Con esta reforma, quienes enfrenten actos arbitrarios del poder quedarán en total indefensión”, advirtió, subrayando que el amparo ha sido históricamente un pilar para garantizar derechos fundamentales.

La senadora también denunció la aprobación de la nueva Ley de Aguas, que provocó bloqueos carreteros y protestas de productores tras la pérdida de concesiones. “Esta norma no resolverá la sequía ni garantizará el acceso al agua, pero sí otorga al gobierno la facultad de decidir quién produce y quién no, afectando la libertad económica del campo”, afirmó, alertando sobre el impacto directo en la soberanía alimentaria y la economía rural.

Otro punto crítico fue la ley contra la extorsión, aprobada sin asignación presupuestal. “Se presume un combate al delito, pero no se destina un solo peso. En los hechos, las víctimas permanecen solas frente a los criminales”, señaló, evidenciando la falta de estrategia real para enfrentar uno de los delitos más extendidos en el país.

Sánchez cuestionó además la prohibición de vapeadores bajo el argumento de salud pública, mientras el sistema hospitalario enfrenta desabasto de medicamentos y carencias graves. “Criminalizan el consumo sin fortalecer la prevención ni atender las adicciones”, acusó, calificando la medida como distractora frente a la crisis sanitaria.

Finalmente, la legisladora advirtió que el cambio en la titularidad de la Fiscalía General no modificará la realidad de la inseguridad. “La justicia no persigue a los delincuentes, pero sí a los opositores”, sostuvo, denunciando un patrón de persecución política que, a su juicio, confirma la deriva autoritaria del gobierno.

Estas reformas, sumadas a la narrativa oficialista, configuran un escenario preocupante para la democracia mexicana: debilitamiento del amparo, control sobre recursos estratégicos, criminalización sin prevención y ausencia de garantías para las víctimas. “Morena concentra poder, erosiona derechos y normaliza el abuso”, concluyó Sánchez, llamando a la sociedad y a la oposición a cerrar filas para frenar lo que calificó como el mayor retroceso institucional en décadas.