El Gobierno ruso expresó su firme rechazo al fortalecimiento de la presencia militar estadounidense en el mar Caribe, calificando estas acciones como una amenaza para la estabilidad regional y una violación del orden jurídico internacional. La portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, denunció que se están reactivando prácticas que consideró propias de épocas pasadas, como la apropiación ilegal de bienes ajenos, el saqueo y la piratería.
“Hoy somos testigos del desorden jurídico en el mar Caribe, donde se resucitan prácticas olvidadas desde hace tiempo: la apropiación ilegal de bienes ajenos, es decir, la piratería, el saqueo y el bandidaje. Condenamos enérgicamente estos fenómenos y llamamos a la estabilidad y al orden jurídico en el ámbito marítimo”, afirmó la vocera.
La declaración se produce en un contexto de creciente tensión internacional, donde Moscú acusa a Washington de adoptar medidas que desestabilizan la región y vulneran principios básicos del derecho internacional. Rusia insistió en que estas acciones no contribuyen a la paz ni a la cooperación global, sino que profundizan los riesgos de confrontación.
Además, Zajárova abordó otros temas de la agenda internacional, destacando que la Unión Europea “apuesta por la escalada del conflicto ucraniano porque lo único que les interesa es el dinero”, y exhortó a Estados Unidos a oponerse a los intentos europeos de socavar los esfuerzos por la paz en Ucrania. La diplomática señaló que, aunque las negociaciones con Washington avanzan “de manera lenta pero segura”, para recuperar el entendimiento con Occidente es necesario un “cambio radical de enfoque”.
Rusia reiteró su disposición a formalizar por escrito que no tiene planes agresivos contra países de la OTAN y la Unión Europea, y advirtió que una eventual renuncia de Japón a su condición de país sin armas nucleares constituiría una “violación directa” de sus compromisos internacionales, afectando gravemente la estabilidad en Asia.
Con estas declaraciones, Moscú busca enviar un mensaje claro: la Federación Rusa no tolerará acciones que considere ilegales en el ámbito marítimo ni maniobras que amenacen la paz global, al tiempo que reafirma su postura de diálogo bajo condiciones de respeto mutuo y legalidad internacional.

