El mercado internacional de metales preciosos cerró la jornada con cifras récord, impulsadas por factores especulativos y riesgos geopolíticos que han intensificado la demanda de activos considerados refugio. En la bolsa Comex de Nueva York, el precio de los futuros del oro para entrega en febrero registró un incremento del 0.86%, equivalente a 38.6 dólares, para ubicarse en 4,541 dólares por onza troy. Durante las operaciones bursátiles, la cotización alcanzó un máximo histórico de 4,561.40 dólares por onza, consolidando una tendencia alcista que ha marcado el cierre del año.

De manera paralela, los futuros de plata para marzo también mostraron un comportamiento excepcional, con un aumento del 4.83% que llevó su precio a 75.145 dólares por onza. Este repunte simultáneo refleja la presión del mercado ante la baja liquidez característica de las últimas semanas del año y las expectativas de una prolongada reducción en las tasas bancarias en Estados Unidos, factores que han incentivado la búsqueda de instrumentos financieros más seguros.

Analistas consultados por Reuters, como Kelvin Wong, atribuyen este fenómeno a una combinación de elementos coyunturales: “La baja liquidez a finales de año, las expectativas de una prolongada baja de los tipos bancarios en EE.UU. y el agravamiento de los riesgos geopolíticos han impulsado los precios de los metales preciosos a nuevos máximos”, señaló el especialista.

Este comportamiento refuerza la posición del oro y la plata como activos estratégicos en tiempos de incertidumbre económica y tensiones internacionales. Los inversionistas, ante escenarios volátiles, continúan privilegiando estos metales como resguardo frente a la depreciación monetaria y la inestabilidad de los mercados tradicionales.