El Congreso de la Ciudad de México aprobó sancionar con penas de hasta cinco años de prisión y cien horas de trabajo en favor de la comunidad las llamadas terapias de conversión de la orientación o preferencia sexual de las personas que impliquen el uso de violencia física, psicoemocional o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
El presidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, Eduardo Santillán Pérez, afirmó que esta reforma al Código Penal pone de nuevo a la ciudad a la vanguardia en el país y en América Latina en la protección de los derechos humanos e incorporar un concepto de terapia de conversión que será referente.
Fuente: La Jornada

