En un panel organizado por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) titulado «Mujeres Empoderadas: El desafío de llegar», las participantes estuvieron de acuerdo en que la educación universitaria es una herramienta que fomenta la igualdad de género y brinda oportunidades para que las mujeres alcancen sus objetivos personales y profesionales.
En la Sala «Gustavo Baz Prada» del Edificio de Rectoría, las panelistas, que incluyeron egresadas e investigadoras de la UAEMéx como Mariana Ortiz Reynoso, Doctora en Farmacia y Tecnología Farmacéutica; Carolina Santos Segundo, Maestra en Humanidades con Enfoque de Investigación en Ética; Yolanda Elisa Sentíes Echeverría, Química Fármaco Bióloga y Licenciada en Derecho; Mariana del Rosario Mejía Ayala, Maestra en Investigación y Docencia Jurídica; y Adriana Antonio Segundo, Doctora en Derecho Procesal Constitucional, compartieron con el público sus experiencias de vida y los desafíos que enfrentaron como mujeres en la búsqueda de la educación y el trabajo.
Para Sentíes Echeverría, quien fue la primera mujer en ser presidenta municipal de Toluca, senadora por el Estado de México y ganadora de la Presea Estado de México 2023 al Servicio Público, participar en la política fue un reto que enfrentó con herramientas como la educación universitaria y la convicción de servir, a pesar de los señalamientos que buscaban menospreciar su papel debido a su género o embarazo. Por esto, sugirió a las mujeres seguir estudiando, mantenerse informadas y no permitir que los derechos y oportunidades ganados retrocedan.
Por su parte, Santos Segundo, experta en pueblos indígenas derechos humanos y cooperación internacional y galardonada con la Presea Estado de México 2023 a la Defensa de los Derechos Humanos, compartió cómo su origen étnico la colocó desde temprana edad en una realidad en la que las mujeres tradicionalmente se dedican a tareas domésticas y no estudian. Sin embargo, su deseo de superar esto le permitió obtener estudios de posgrado y fomentar la educación entre las niñas de su comunidad para que ocupen espacios que parecen estar negados para este sector de la sociedad mexicana. Tuvo que dejar su hogar a los 15 años para poder seguir estudiando, ya que pertenecer a la comunidad indígena mazahua de San Felipe del Progreso la perfilaba hacia las tareas domésticas debido a los roles de género muy marcados, lo que le impedía tener el derecho a estudiar, trabajar o decidir sobre su propia persona.
Reconoció que, en el camino hacia la igualdad, las mujeres recorren un camino más largo que los hombres, y para las mujeres indígenas, el camino es aún más difícil debido a los mayores obstáculos que deben superar para acceder a la educación.
La perito en criminalística y defensora de los pueblos indígenas reconoció en la educación universitaria como la herramienta más valiosa que le ha permitido ocupar cargos que, por su condición de mujer e indígena, no estaban previstos para ella.
A pesar de los obstáculos que ha enfrentado como mujer investigadora, incluyendo micro machismos y el machismo persistente en el ámbito académico e investigador, así como la falta de oportunidades y adecuaciones para que una mujer pueda ser mamá y también seguir con su trabajo, Ortiz Reynoso ha encontrado en la universidad un espacio ideal para continuar su desarrollo profesional y personal.
Por otro lado, Mejía Ayala, quien también es comisionada del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales estatal (Infoem), destacó que la educación universitaria pública fue la única forma en que pudo cambiar su realidad y lograr sus metas personales y profesionales. Sin embargo, señaló que las mujeres aún enfrentan dificultades en el ámbito laboral, como la falta de oportunidades y ajustes para permitir la combinación de su rol como madre y su trabajo. El panel fue encabezado por la secretaría Técnica de la Rectoría de la UAEMéx, Yolanda Ballesteros Sentíes, y moderado por la titular de la Coordinación Institucional de Equidad de Género (CIEG) de esta casa de estudios, Alejandra Carmona Castañeda.
