Esta noticia ha indignado a muchos en Rusia pero también ha sido aplaudido por internautas de Occidente. Lo que pasó es que una abuelita jubilada «profanó» la tumba de los padres de Vladímir Putin con una nota cuyo mensaje era un ataque directo en contra de los tutores del presidente ruso. Ahora un tribunal en San Petersburgo la condenó a dos años de libertad condicional pero estuvo a muy poco de quedarse durante cinco años en prisión por lo que estipula el artículo sobre la profanación de lugares de entierro motivados por el odio político e ideológico. El nombre de la valiente o imprudente mujer es Irina Tsybaneva de 61 años, quien rápidamente admitió su culpabilidad tras verse en el enorme aprieto legal.

«Llévenselo consigo», les rogó la mujer a los difuntos padres de Putin

Irina Tsybaneva de 61 años, fue declarada culpable en virtud del artículo sobre la profanación de tumbas motivado por el odio político e ideológico, el cual corresponde al párrafo b, parte 2, artículo 244 del Código Penal de la Federación Rusa. La pena máxima prevista en este artículo es de cinco años de prisión. Sin embargo, la fiscalía que llevó el caso en defensa del mandatario solo solicitó tres años de libertad condicional para la también pensionada. Asimismo, el tribunal fue el que decidió que la abuelita sí tuvo «la intención de profanar el lugar de entierro indicado», ello porque su actuar se basó en el rencor en contra de su presidente. Detallaron que sí «cometió actos cínicos inmorales contrarios a las normas aceptadas en la sociedad». Esto luego de que dejó una nota con una «inscripción ofensiva».

Según el servicio de prensa conjunto de los tribunales de San Petersburgo, Irina Tsybaneva inmediatamente admitió su culpabilidad, pero solo de manera parcial. Confirmó que sí fue ella quien dejó la nota, pero no aceptó el hecho de que pudiese derivarse una responsabilidad penal por sus acciones. Sin embargo, la abogada defensora de la abuelita le dijo a los periodistas que su cliente no había aceptado su culpabilidad en ningún momento y que sus acciones no profanaron la tumba. Aclaró que para esto, se requiere un impacto físico en el lugar del entierro o en el cuerpo del difunto, no una opinión en un papel.

Los hechos ocurrieron el pasado 6 de octubre del 2022

Asimismo, las autoridades locales detallaron que el incidente tuvo lugar el pasado 6 de octubre del 2022. Irina Tsybaneva llegó al cementerio Serafimovskoye, donde están enterrados el padre y la madre del presidente ruso, y allí dejó una nota en su tumba. En el escrito, la mujer llamó asesino a Vladimir Putin y le pidió a los difuntos tutores «que se lo llevaran». La también pensionada fue detenida solo unos días después debido a que el velador la delató. Fue puesta inmediatamente bajo arresto domiciliario y más tarde su medida preventiva fue reemplazada por la prohibición de ciertas acciones cotidianas.

Como última declaración, la abuelita dijo que «sucumbió a las emociones» después de ver las noticias y cometió un acto precipitado. Todo esto se cometió en el margen de la «operación militar especial» que el ejército ruso está llevando a cabo en Ucrania.

«Lamento que mis acciones puedan lastimar o lastimar a alguien. Les pido disculpas. Fue una acción espontánea, no una acción planeada para llamar la atención de alguien. Nadie sabía nada sobre la nota, no esperaba lo que sucedería. Estaba segura de que nadie vería nunca la nota”, dijo la jubilada.

Según Irina Tsybaneva, la nota, que «estaba doblada en un pequeño tubo y no llamó la atención de nadie», la dejó a un lado del lugar del entierro. «La apariencia de la tumba siguió siendo la misma, no traje carteles, no estropeé el monumento, no toqué el lugar del entierro en absoluto», enfatizó. Asimismo, cabe destacar que el texto dejado decía puntualmente lo siguiente:

“Padres de un maníaco, llévenselo con ustedes (…) Muerte a Putin, ustedes criaron un monstruo y un asesino. Todo el mundo ruega por su muerte.”, externaba en la nota en la que también acusaba al mandatario ruso de causar mucho dolor y muchas desgracias.

Con información de la BBC en Rusia