En un reciente artículo publicado en la Revista Universitaria (nov-dic. 2023), la Dra. Araceli Caballero Mingo, destacada psicóloga y catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expone la alarmante prevalencia de comentarios sexistas en las instituciones educativas superiores (IES), señalando la necesidad urgente de erradicar estas prácticas para crear un ambiente educativo más inclusivo y seguro.

Bajo el título «¡Quítate!, ve a hacer otra cosa», la Dra. Caballero Mingo destaca cómo frases despectivas, como la mencionada, son moneda corriente en muchas aulas universitarias, dirigidas en su mayoría hacia las mujeres. Este comportamiento, según la especialista, refleja una creencia arraigada en la inferioridad física, psicológica y moral de las mujeres en comparación con los hombres.

La Dra. Caballero Mingo respalda sus afirmaciones con los resultados de una encuesta realizada en 2019, donde tanto estudiantes masculinos como femeninos admitieron haber escuchado comentarios despectivos hacia las mujeres en el entorno universitario. Sin embargo, destaca que la sutileza de estas expresiones dificulta la confrontación y la denuncia directa. En cambio, las denuncias verbales a menudo se materializan en testimonios anónimos que se exhiben en tendederos en los planteles, revelando la magnitud del problema.

La profesora enfatiza la importancia de que las IES tomen medidas concretas para abordar esta problemática, no solo por el bienestar emocional de los estudiantes afectados, sino también para crear un entorno educativo que fomente la igualdad y el respeto mutuo. Según la Dra. Caballero Mingo, la erradicación del sexismo en las universidades no solo mejorará el ambiente educativo, sino que también contribuirá positivamente al desempeño académico de los estudiantes.

En su artículo, la Dra. Caballero Mingo hace un llamado a la acción, instando a las instituciones educativas a implementar políticas y programas que promuevan la igualdad de género y combatan el sexismo. Propone la creación de espacios seguros para que los estudiantes denuncien estos comportamientos, así como la implementación de programas de sensibilización y educación que aborden la raíz del problema.

La especialista destaca que la responsabilidad de combatir el sexismo no recae únicamente en los estudiantes afectados, sino que es una responsabilidad compartida por toda la comunidad universitaria, incluyendo profesores, administradores y personal de apoyo. Es imperativo crear una cultura que rechace activamente la discriminación de género y fomente un ambiente de respeto y equidad.

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